Con el sistema recién instalado, las virutas metálicas de toda la producción del cliente pueden desaceitarse fácilmente y recogerse en contenedores por tipos.
El operario de la máquina empuja los carros portavirutas desde la máquina hasta la planta de procesamiento. Tras introducirlos en uno de los dos transportadores disponibles, el empleado registra mediante un código de barras qué virutas hay en su interior. A continuación, el proceso de eliminación se inicia automáticamente. Ahora las virutas pueden entregarse a la empresa de reciclaje secas y separadas por tipos. Esto se refleja en una mayor remuneración.
• Aumento de la seguridad del proceso y la productividad
• Humedad residual de las virutas < 1 %
• Reducción del consumo de aceite de corte en un 45 % gracias a la recuperación
• Contenedores personalizados
• Gestión de personal
• Aprovechamiento permanente del proceso posterior gracias al concepto de amortiguación
• Salida autocontrolada
• Concepto de seguridad integral